[El Comercio] El Tren eléctrico

Saludos! Hoy domingo El Comercio publicó un artículo acerca del tren eléctrico, las ventajas y desventajas de una obra postergada. Interesante, a leer. (Texto: César Sarria Gomí)


Tren eléctrico calienta motores

Estiman que unos 300 mil limeños usarán el anhelado transporte cada día. Obra tardará 18 meses y vecinos y comerciantes temen verse afectados.

Veinticuatro años son toda una vida. En especial para aquellos que, luego de una emoción ilusoria y pasajera, tuvieron que compartir su entorno con las enormes bases, los mudos pilares y las pacientes plataformas que formaban el inconcluso proyecto del tren eléctrico.

Casi un cuarto de siglo después de que el presidente Alan García, con menos kilos a cuestas, colocara la primera piedra de su proyecto emblemático, las obras se reanudan, al parecer, definitivamente. El consorcio Tren Eléctrico, constituido por la gigantesca constructora brasileña Odebrecht y la peruana Graña y Montero, ganó la buena pro del proyecto. La única condición del Gobierno es que las obras se culminen dentro de 18 meses, es decir, en junio del 2011.

Avances. Las labores han sido retomadas en la estación Atocongo, donde se realizan estudios topográficos sobre la plataforma ya hecha. Faltan construir 9.8 km de los 22 km de recorrido.

TODO SUMA
Según los especialistas, esta es una obra fundamental que logrará aliviar el terrible tráfico que agobia al cono sur y que permitirá ahorrar cientos de miles horas-hombre perdidas en los sopores del infierno vehicular limeño. Sin duda, pasar 30 minutos (tiempo estimado que tardará una persona en llegar desde Villa El Salvador hasta la plaza Grau) viajando resulta más razonable que perder las dos horas que en promedio toma realizar el mismo recorrido actualmente.
Según el cálculo optimista del presidente Alan García, más de 3 millones de persona se verán beneficiadas con este proyecto. Estudios de factibilidad previos dicen que el tren eléctrico transportará a casi 300.000 limeños todos los días (el Metropolitano llevará alrededor de 713.000 diariamente). Además, el proyecto creará más de 6.000 nuevos puestos de trabajo, directos e indirectos, y elevará el costo de los locales comerciales y los negocios que se ubiquen cerca de las vías del tren. Claro, si sobreviven a los varios meses de aislamiento que implica la ejecución —léase construcción— del proyecto.

TENSIÓN VECINAL
Una de las vías más afectadas durante este proceso será la avenida Aviación, pues en ella confluyen casi sin distinción zonas comerciales y residenciales, en especial, de Surco y San Borja.
Según el arquitecto Guillermo Valverde, gerente de Desarrollo Económico de la Municipalidad de San Borja, solo en el tramo que corresponde a su distrito existen aproximadamente 250 negocios que se sustentan con ventas diarias al público que circula por la zona, como restaurantes, panaderías, bancos, grifos, hoteles, talleres, entre otros. “Tener la avenida cerrada perjudicará tremendamente a estos negocios y la mayoría tendrá que cerrar si no se toman las medidas necesarias para evitarlo”, añadió.



En Surco el panorama es muy similar. En la avenida Aviación, muy cerca del óvalo Higuereta, se ubican grandes centros comerciales como Polvos Rosados, Polvos de Higuereta y Plaza Vea, además de decenas de negocios individuales y el cierre de esa arteria ocasionaría grandes pérdidas económicas. La administración del centro comercial Polvos Rosados aseguró que ellos no han sido notificados aún de esta medida ni por la Municipalidad de Surco ni por el Consorcio Tren Eléctrico.

Al respecto, Carlos Nostre, representante de Odebrecht, aseguró que aunque es inevitable que algunos se vean afectados con las obras, los comercios están incluidos en la campaña de sensibilización e información que se realizará para explicar a los clientes de estos negocios cómo llegar a ellos sin problemas. “La gente contará con accesos peatonales libres e, incluso, los vehículos podrán llegar hasta estacionamientos muy cercanos a las zonas que concentran más negocios”, explicó.