En el corto espacio de tres años y medio se ha transformado un paraje casi desértico, de Brasilia, la ciudad más moderna del mundo, ha sido inaugurada el jueves último. Surge como ejemplo de urbe futura en el mundo actual. La nueva capital brasileña, construida a 1.500 kilómetros de las costas y a 1.200 metros de altitud, es el punto de encrucijada de las redes ferroviarias y de las pistas más importantes del país. Su arquitectura responde a las más depuradas técnicas modernas. El artífice de esta obra revolucionaria es el arquitecto Oscar Niemeyer. Su proyecto de ciudad es HA SIDO CONSTRUIDA EN TRES AÑOS Y MEDIO.
URBANO/ 50°ANIVERSARIO DE BRASILIA
La utopía hecha realidad
A 50 años de su inauguración, la historia y los significados de Brasilia, la ciudad soñada por Lucio Costa, Oscar Niemeyer y el presidente Kubitschek.
Miguel Jurado.
mjurado@clarin.com
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Brasilia nació mucho antes de su fundación, acontecimiento que cumple esta semana 50 años. Nació como un modelo abstracto en la cabeza de los pioneros del Movimiento Moderno a comienzos del siglo XX y como un deseo en el corazón de los brasileños desde sus más remotos orígenes coloniales (ver La historia…). Ese encuentro de voluntades no podía haberse producido en otra época que no fuera el final de los 50. Por caso, mucho antes, cuando en los Estados Unidos decidieron crear la capital de una nación joven, la construyeron siguiendo los patrones clásicos que le impusieron a Washington el sello imperial que ofrecía la antigüedad. Brasilia, por el contrario, para tomar forma se alimentó de lo que no existía. Encontró inspiración en el optimismo futurista, en la esperanza positivista y cartesiana que ofrecían las vanguardias de su época. Tres años y diez meses, los “mil días” establecidos por el presidente Juscelino Kubitschek (JK), fue el tiempo que demandó la construcción de la capital más joven de Latinoamérica. Se inauguró el 21 de abril de 1960. Fue una proeza técnica y política llevada a cabo por los brasileños más brillantes de su momento, destacados profesionales del urbanismo, la arquitectura y la ingeniería, así como paisajistas y artistas.
EDITORIAL
Epopeyas
Berto González Montaner. Editor jefe ARQ
bmontaner@clarin.com
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ARQ coincide en su edición número 400 con el 50 aniversario de la inauguración de Brasilia. Por eso el tema central de esta edición especial está dedicado a la capital brasileña. Y además, para completar el festejo, esta entrega viene con la revista DNI de regalo.
El 21 de abril de 1960 se inauguró Brasilia, el gran sueño urbano del Movimiento Moderno que, como pocos, se convirtió en realidad. Hoy, una realidad mucho más compleja de la que imaginó Lucio Costa con esos dos trazos que formaban un avión de cara al futuro. Ahora, ese dibujo, esa maqueta escala 1:1 con sus magníficos edificios, dejó de ser, como dice Roberto Segre, una “ciudad” para convertirse en un sistema urbano complejo con ciudades satélite, más en concordancia con las contradicciones políticas, económicas, sociales y culturales del Brasil contemporáneo. Brasilia fue una proeza técnica, política y estética. Toda una epopeya realizada en tan solo 1.000 días. Los suficientes como para empezar a cambiar la historia, equilibrar el basto territorio brasileño y construir casi de la única mano de Niemeyer una constelación de edificios magníficos que, vistos uno por uno, emocionan; pero que en conjunto adquieren una potencia tal que ratifican lo que el presidente Juscelino Kubitschek quiso lograr: la ciudad más bella del mundo.
URBANO/ 50°ANIVERSARIO DE BRASILIA
Nuevos modelos urbanos
Cómo se revaloriza Brasilia frente a los problemas de otras grandes operaciones urbanas como Barcelona, Dubai y Bogotá.
Marcelo Corti . Especial para Clarín
Para Bill Gates es más fácil: un programa informático mal diseñado se retira del mercado, se reelabora y en pocos meses está de nuevo a la venta. Pocos se acuerdan del error original. Con las ciudades es distinto. Los edificios que las componen y las infraestructuras que las hacen viables son muy caras y necesariamente deben amortizarse en el tiempo. Las ciudades se renuevan cada 50, 70 o 100 años, sus trazados permanecen por siglos.
Apenas inaugurada Brasilia, las críticas hicieron pensar que había fracasado en su concepción urbana, más allá de la belleza de algunos de sus edificios. Fue el modelo mismo de la ciudad de la Carta de Atenas el que sufrió aquellos embates. Se cuestionaban los paradigmas de especialización funcional, disolución del tejido urbano y el espacio público y la alta demanda de movilidad que requería su funcionamiento. Estas cuestiones aparecían ya en grandes operaciones urbanas y especialmente en las reconstrucciones de las ciudades europeas luego de la Posguerra, pero en Brasilia y su antecesora Chandigarh se manifestaban por primera vez a escala de una gran ciudad construida por completo con las concepciones de la vanguardia. Se sumaba, además, la desaforada pretensión de determinar hasta el último detalle de una ciudad de 500.000 habitantes desde un único centro de decisiones.
Apenas inaugurada Brasilia, las críticas hicieron pensar que había fracasado en su concepción urbana, más allá de la belleza de algunos de sus edificios. Fue el modelo mismo de la ciudad de la Carta de Atenas el que sufrió aquellos embates. Se cuestionaban los paradigmas de especialización funcional, disolución del tejido urbano y el espacio público y la alta demanda de movilidad que requería su funcionamiento. Estas cuestiones aparecían ya en grandes operaciones urbanas y especialmente en las reconstrucciones de las ciudades europeas luego de la Posguerra, pero en Brasilia y su antecesora Chandigarh se manifestaban por primera vez a escala de una gran ciudad construida por completo con las concepciones de la vanguardia. Se sumaba, además, la desaforada pretensión de determinar hasta el último detalle de una ciudad de 500.000 habitantes desde un único centro de decisiones.
LA 03
La imagen icónica de una ciudad moderna
Roberto Segre. doctor en planeamiento regional y urbano, docente
Para conmemorar el 50° aniversario de Brasilia, ríos de tinta fluirán en libros, revistas, ensayos, entrevistas… Pero ¿qué es lo que se desea conmemorar? Porque, con certeza, todos los textos estarán acompañados de fotos del Eje Monumental, del Congreso Nacional o de la Plaza de los Tres Poderes. Pero ¿se resume Brasilia en estas imágenes? Ellas representan Brasilia, sin duda. Y éste es el primer punto fundamental. Lucio Costa y Oscar Niemeyer consiguieron una proeza única en el siglo XX. Crear la imagen icónica de una ciudad moderna, reconocida no solamente en Brasil sino en el mundo entero. O sea, la arquitectura monumental de Brasilia, que representa al estado brasileño, tuvo la misma repercusión popular que el fútbol, el carnaval y la Bossa Nova. Esto nunca había ocurrido con la arquitectura, que identificara a una ciudad nueva. Los íconos históricos siempre estuvieron en ciudades tradicionales: la Basílica de San Pedro en el Vaticano, la Torre Eiffel en París, el Empire State en Nueva York.
Brasilia, un sueño que Niemeyer ayudó a diseñar en concreto
Por Aldo Gamboa (AFP)
BRASILIA — La ciudad de Brasilia, con su formato de un pájaro en vuelo, constituye el símbolo del antiguo sueño brasileño de unión e integración nacional, y a sus 50 años es una obra mayor que el arquitecto centenario Oscar Niemeyer ayudó a definir y diseñar con líneas sinuosas y cemento armado.
Obra conjunta del urbanista Lúcio Costa, el paisajista Roberto Burle Marx y Niemeyer, la capital brasileña que festeja su cincuentenario esta semana nació ya innovadora, diferente de todas las otras ciudades del país, pero fueron los edificios futuristas del arquitecto nacido en 1907 los que la tornaron instantáneamente famosa.
Los edificios que dotaron a Brasilia de su prestigio fueron surgiendo de a poco, pero el modernista edificio del Congreso, con sus semiesferas invertidas y avenidas pasando por el techo, así como la monumental Catedral se convirtieron de inmediato en iconos del país.
Brasilia cumple 50 años en medio de polémicas y escándalos
Considerada por sus admiradores como la obra maestra del modernismo en la arquitectura y por sus detractores como una artificial “Isla de la Fantasía”, la capital federal brasileña, Brasilia, cumple el miércoles 50 años de existencia tan rodeada de polémicas como cuando fue inaugurada, el 21 de abril de 1960.
Brasilia. Brasil. Caminando sin rumbo
Brasilia, de polo de desarrollo a centro de poder regional en 50 años
Noticias EFE
Eduardo Davis
Brasilia, 16 abr (EFE).- Brasilia, que celebra este 21 de abril cinco décadas de su fundación, nació como un proyecto de desarrollo para el centro y el oeste del país, pero en los últimos años se ha convertido en un estratégico polo de poder suramericano.
La ciudad que reemplazó a Río de Janeiro como capital de Brasil comenzó a construirse en 1956, fue inaugurada el 21 de abril de 1960 y supuso la coronación del sueño del entonces presidente, Juscelino Kubitschek, quien aspiraba a promover el desarrollo al interior de de un país con dimensiones continentales y volcado al Atlántico.
La epopeya que supuso la edificación de una ciudad en medio de la nada, donde solamente había un cruce de caminos de tierra distantes unos 200 kilómetros de la urbe más próxima, despertó la curiosidad de numerosas personalidades extranjeras ya desde su concepción.
Eduardo Davis
Brasilia, 16 abr (EFE).- Brasilia, que celebra este 21 de abril cinco décadas de su fundación, nació como un proyecto de desarrollo para el centro y el oeste del país, pero en los últimos años se ha convertido en un estratégico polo de poder suramericano.
La ciudad que reemplazó a Río de Janeiro como capital de Brasil comenzó a construirse en 1956, fue inaugurada el 21 de abril de 1960 y supuso la coronación del sueño del entonces presidente, Juscelino Kubitschek, quien aspiraba a promover el desarrollo al interior de de un país con dimensiones continentales y volcado al Atlántico.
La epopeya que supuso la edificación de una ciudad en medio de la nada, donde solamente había un cruce de caminos de tierra distantes unos 200 kilómetros de la urbe más próxima, despertó la curiosidad de numerosas personalidades extranjeras ya desde su concepción.
Niemeyer no quiere ser “ícono de Brasilia”
Río de Janeiro, Brasil.- Hace casi dos décadas, cuando algunos amigos le preguntaron cómo le gustaría ser recordado, dijo que desearía ver en su lápida una frase sencilla: “Oscar Niemeyer, brasileño, arquitecto. Vivió entre amigos, creyó en el futuro“.
Ahora, a los 102 años de edad cumplidos en diciembre, Niemeyer se limitará a seguir de lejos los festejos por el cincuentenario de la fundación de Brasilia, la ciudad que, con Lucio Costa, hizo nacer en la desploblada y árida región centrooccidental de Brasil, en el estado de Goiás, y que se inauguró el 21 de abril de 1960.
Ahora, a los 102 años de edad cumplidos en diciembre, Niemeyer se limitará a seguir de lejos los festejos por el cincuentenario de la fundación de Brasilia, la ciudad que, con Lucio Costa, hizo nacer en la desploblada y árida región centrooccidental de Brasil, en el estado de Goiás, y que se inauguró el 21 de abril de 1960.
Niemeyer, a quien jamás le gustó viajar en avión, siente ahora el peso de los años, y limita sus desplazamientos al trayecto entre su departamento y su oficina, ambos en el barrio de Copacabana, en Río de Janeiro.
Pero sigue trabajando activamente -ayudado por Vera, 40 años más joven, con quien se casó hace poco más de tres años- en varios proyectos, entre ellos las reformas de varios monumentos y edificios que instaló en Brasilia, como el Palacio del Planalto, la sede del gobierno, reformado con ocasión de los festejos de medio siglo de la ciudad a un costo estimado en unos 57 millones de dólares.
En una entrevista reciente, el arquitecto aseguró que, mirando hacia atrás, está en general satisfecho por su obra más famosa: “Creo que no modificaría nada de gran importancia”, aseveró.
Sin embargo, rechazó la idea de que es un “ícono” de la ciudad declarada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y considerada como un símbolo mismo de la arquitectura modernista del siglo XX.
“Soy muy consciente del cariño, de la apreciación que me tiene la gente de Brasilia. Eso me conmueve especialmente… Pero no me considero como un ícono de Brasilia. Me gustaría ser recordado como uno de los arquitectos que contribuyeron a concretar el sueño favorito del presidente Juscelino Kubitschek (1955-1961), agregó.
Brasilia – en Wikipedia
Brasilia (en portugués Brasília) es la capital de Brasil, localizada en la parte central del país, unos 950 km al noroeste de Río de Janeiro. Tiene una población de 2.455.903 habitantes según las estimaciones del censo de 2007 y es la sede del gobierno federal, conformado por el presidente —quien trabaja en el Palacio de Planalto—, el Supremo Tribunal Federal de Brasil y el Congreso Nacional de Brasil.
La construcción de la ciudad comenzó en 1956, siendo Lúcio Costa el principal urbanista y Oscar Niemeyer el principal arquitecto. En1960, se convirtió oficialmente en la capital de Brasil. Junto con Putrajaya (la capital administrativa de Malasia) y Naypyidaw (la nueva capital de Birmania) es una de las ciudades capitales de más reciente construcción en el mundo.
Brasilia se localiza en el Distrito Federal, el cual no tiene las mismas fronteras que la ciudad. El Distrito Federal se encuentra rodeado por el estado brasileño de Goiás, excepto por una corta frontera que comparte con Minas Gerais.
En 1987 la Unesco declaró a la ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad, siendo la única ciudad construida en el siglo XX que ha recibido este honor.
La capital de Brasil cumple medio siglo
- Fue trazada sobre un plano y construida en apenas tres años.
- Reúne algunas de las obras más espectaculares de Niemeyer.
- Es la única ciudad construida en el siglo XX que es Patrimonio de la Humanidad; tiene forma de avión.
Es, quizá, la ciudad menos brasileña de Brasil. Nada de playas y mar, mucho fútbol y naturaleza exuberante: aquí lo que resalta es la huella humana. La de políticos como Lula, que gobierna desde el Palacio del Planalto; la del arquitecto Oscar Niemeyer, autor de éste y otros edificios de la ciudad, o la de Lucio Costa, el urbanista que trazó la capital futurista del que, según el escritor Stefan Zweig, sería siempre “el país del futuro”.
Futuro… Ésa es la palabra más idónea para definir lo que uno encuentra aquí, en medio del inmenso Brasil. Ya desde el cielo impresiona: cualquiera que llegue en avión verá, desde el aire, su fascinante trazado, mezcla de avión y de cruz. Un guiño estético de la única ciudad construida en el siglo XX que es Patrimonio de la Humanidad.
Un guiño racional de una ciudad diseñada sobre un plano, en la que las alas agrupan viviendas y comercios y el fuselaje avenidas y oficinas federales. La cabina, por supuesto, es ocupada por la plaza de los Tres Poderes, que reúne al Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial.