Análisis | El Metropolitano, Un proyecto por mejorar

Hasta ahora escucho las palabras de Castañeda contra los críticos de 'su' obra, para lo que entraré a tener la calidad analítica de un 'bodeguero' más. El siguiente análisis del Consultor ambiental Jorge Lescano S., nos explica los deficientes y escuetos estudios de Impacto ambiental del Metropolitano, y cómo este no presenta sus reales y negativas dimensiones, cabe señalar que dicho estudio es necesario para ayudar a tomar las debidas precauciones al realizar las obras asi como para cumplir con la ley vigente para poder proceder con el proyecto. Pero bueno, qué se puede decir de un EIA aprobado por la misma Municipalidad que actuó de forma ilícita con el fin de que el Banco Mundial logre aprobar el proyecto. Solo estaré esperando leer algún día, en algún diario, que se realizó una auditoría.
UN PROYECTO POR MEJORAR
Por: Jorge Lescano Sandoval, Consultor ambiental
Los estudios de impacto ambiental (EIA) del Metropolitano presentan anomalías y no reflejan los reales y potenciales impactos ambientales negativos generados durante su construcción, ni los que generará su funcionamiento. De la revisión se observa el subdimensionamiento de impactos ambientales negativos y haber pasado por alto impactos altamente significativos. Por ejemplo, al reducirse el ancho de las vías se propicia la reducción en la velocidad de los vehículos públicos y privados, que provocará aglomeración y, por ende, congestión en los diversos paraderos dispuestos a lo largo de varios distritos. Esta situación, hace que los vehículos estén más tiempo parados quemando combustible y ello generará mayores emisiones contaminantes al aire y ruidos, en zonas urbanas donde antes esto no sucedía.
Otro aspecto notorio es que no se ha relacionado al proyecto con las islas de calor que generará en diversos puntos de la ciudad, así como los cambios en el uso del suelo, que a lo largo de su recorrido pueda ocurrir, con consecuencias negativas en los negocios y zonas residenciales. No se ha tenido en cuenta, tampoco, las consultas públicas a los afectados ni realizado los monitoreos del caso. La metodología para identificación de impactos y las medidas de mitigación son escuetas y generales, respecto a la envergadura e importancia del proyecto.
Llama la atención que en el marco legal de tales estudios no se haya tomado en cuenta la Ordenanza 62, Reglamento de la Administración del Centro Histórico de Lima de 1994, lo que denota una total ignorancia de las normas legales aplicables a este proyecto. Mientras tanto, se continúan realizando obras no evaluadas ambientalmente y que no aparecen en la descripción del proyecto. Es decir, que los estudios no reflejan el proyecto en sí. No se tiene conocimiento de quién aprobó tales estudios de impacto ambiental y si estos cuentan con la certificación ambiental del sector correspondiente.
Es posible que inclusive las salvaguardas sociales y ambientales de las entidades financieras internacionales, como el Banco Mundial, hayan sido incumplidas al existir vacíos en tales estudios, los mismos que deben haber sido realizados por consultoras inexpertas y profesionales sin experiencia en este campo. Esto constituiría un incorrecto ejercicio de la profesión por dolo o negligencia. Lo cual tanto la consultora, el titular de la actividad (gobierno metropolitano) y los profesionales involucrados podrían estar inmersos en responsabilidad ética, penal, civil y administrativa. Todo lo anterior, amerita una profunda investigación por parte de las autoridades ambientales y la Contraloría General de la República, a través de sus dependencias especializadas.
Este proyecto a la fecha no solo refleja un costo inflado sino irreal ya que no ha contabilizado las obras que los anteriores gobiernos metropolitanos realizaron en la Vía Expresa y diversos lugares de la ciudad, las que casi en su totalidad fueron destruidas para dar paso a las del Metropolitano. Las obras deben de proyectarse a un futuro temporal que aseguren su sostenibilidad.
Urge que el Ministerio del Ambiente realice una auditoría a tales estudios y se pronuncie al respecto a fin de ser transparentes en la actuación pública. El Órgano de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) debiera actuar de oficio y poner coto a las irregularidades que en materia ambiental existen respecto al Metropolitano. No nos oponemos al proyecto si tiene viabilidad económica, social y ambiental, es importante asegurar la sostenibilidad de esta iniciativa para el bien de todos los vecinos de la capital.